miércoles, 6 de mayo de 2015

Turkmenistán


Turkmenistán es un país de Asia central bañado por el mar Caspio y que limita con Irán, Kazajistán, Uzbekistán y Afganistán.



Tras la obtención de su independencia llegó al poder presidente Saparmyrat Niyazov, que dominó la vida política del país hasta su fallecimiento en diciembre del 2006.
Ordenó la construcción de estatuas de oro honrándolo y comenzó la empresa de construir un palacio de hielo en el desierto de Karakorum.
Muchas de estas Algunas detalles megalómanos de este presidente fueron el de llamar con el mítico nombre de Turkmenbashi al 30% de las calles.
Cada billete debía poseer su efigie, cada canal de televisión debía incluir su rostro en logos y relojes, y cada botella de vodka, así como otra gran cantidad de productos alimenticios, debía tener su imagen.


Prohibió el uso de dientes de oro y dentífricos, ya que mascar huesos y comer manzanas era una mejor idea para el cuidado oral. 
Cerró todos los hospitales fuera de la capital ya que consideraba que los enfermos debían acercarse a él, y reemplazaría el juramento hipocrático de los médicos por el “juramento a Turkmenbashi”.

Las estatuas, además de oro, estaban hechas a partir del material fundido de un meteorito de más de 300 kilos también llamado Turkmenbashi.
Una de ellas, recubierta de oro, en la cúspide del edificio más alto de la capital Asjabad, el Arco de la Neutralidad, tiene un mecanismo de relojería que la mantiene girando para estar siempre orientada hacia el sol, de modo que ninguna sombra caiga sobre su rostro.

Escribió su propio libro de reglas morales y consejos para el pueblo, al cual llamaría Ruhnama. Libro que escribió con un alfabeto que él ayudaría a diseñar.
Las bibliotecas de Turkmenistán sólo disponía de este único libro, que todo turcomano que quería graduarse en la segundaría debía memorizar. 
Lo mismo para cualquiera que quisiese ocupar un cargo público, el 99% de la población laboral del país.
El libro posee un monumento de más de diez metros. 


Tras la muerte de Niyazov la situación no parece mejorar demasiado, su sucesor, Gurbangulí Berdimujamédov fue confirmado en el cargo tras unas elecciones que la oposición política denunció como un fraude.
Ha implementado algunas reformas, como la eliminación del nombre de su predecesor de la bandera nacional y la derogación de una ley que exigía dos años de trabajos antes para poder ingresar a la universidad, sin embargo ha ratificado la continuidad del rumbo político encarado por Niyazov.
En el año 2006 a la muerte del dictador megalómano, la Unión Europea, quizá debido a sus enormes reservas de gas natural, declaró a Turkmenistán como la nación más favorecida, abriendo lazos comerciales.


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